Otoplastia
¿Qué es?
La otoplastia o cirugía de las orejas es una técnica quirúrgica que permite corregir las orejas prominentes y despegadas de forma permanente, dándole así un aspecto más armónico con el resto del rostro.
¿Quién es una buena candidata par someterse a este tipo de cirugía?
Las orejas se pueden operar a cualquier edad, idealmente esta intervención puede realizarse en niños a partir de los 8 y 14 años de edad. En ciertos casos, es recomendable realizarla en niños antes del comienzo de la edad escolar, o en el momento que se detecten problemas sociales o escolares que puedan afectar psicológicamente al niño.
¿En qué consiste la intervención?
La cirugía de las orejas consiste en remodelar de una forma natural, el pabellón auricular. Esto se consigue mediante pequeños instrumentos que nos permiten el raspado del cartílago para que vaya doblándose a nuestra conveniencia. El exceso de piel de detrás de la oreja se eliminará y suturará dejando la cicatriz en el surco que forma la oreja con la cabeza, por detrás.
Hospitalización, Anestesia y Duración de la Intervención.
Se realiza en menos de una hora en quirófano. Aunque en adultos se practica sólo con anestesia local en niños se prefiere combinar con una sedación para que éstos estén más relajados. Se practica de manera ambulatoria con ausencia de riesgos importantes para el paciente.
Resultados.
El resultado estético puede observarse casi de manera inmediata, aunque con los días se verá mucho mejor . La cicatriz, que queda estratégicamente escondida detrás de la oreja y se vuelve inapreciable en el transcurso de unos meses.
Al principio y durante las primeras cuarenta y ocho horas el paciente guardara reposo absoluto en casa. Cuidará la posición de la cabeza al dormir. Tomará medicación para prevenir complicaciones. Se le retirará el vendaje a los siete días pero continuará con protección para dormir hasta pasado un mes. Y a partir de éste momento ya no necesita el paciente tomar ninguna precaución.
La recuperación de la otoplastia es rápida y raramente aparece alguna molestia. Es por ello que la reincorporación a la vida cotidiana y laboral se puede producir en un par o tres de días.